viernes, 29 de mayo de 2009

EL MITO DEL SAPO Y LA SERPIENTE

Cuenta el Mito que el Sapo vivía preocupado porque tenía en su campo un claro rival, frente al que no tenía chances de sobrevivir: La Serpiente, símbolo del nacimiento constante, de la renovación, del desprendimiento de lo muerto, que en cada nuevo ciclo cambia su piel como en un nuevo nacimiento.
Mientras esta se moviera libremente, el Sapo, símbolo de lo lento, lo viejo, que vive en el pozo, con su piel rígida y durísima, caería siempre vencido frente a ella. Pero, según la leyenda, el Sapo echó mano de un recurso mágico, que funcionó de un modo devastador. Hizo salir de su boca una baba con la que fue encerrando a La Serpiente en un Círculo. Cada vez que la Serpiente intaba pasar el borde, el Sapo, aterrorizado, escupía mas baba. Y La Serpiente, literalmente, rebotó siempre contra ese límite. Una vez encerrada ahí, se acomodó a vivir dentro del Círculo que el Sapo le trazó.El final de la historia es siempre el mismo: La Serpiente, representante de lo nuevo, muere dentro del circulo que El Sapo, representante de lo viejo, le traza con su boca. Los mitos enseñan a través de narraciones que se mantienen en el tiempo porque contienen la misma estructura que la psiquis humana. Esta imagen tan fuerte y estructural que aparece representada en el mito del Sapo y la Serpiente es la misma que nos constituye como humanos